jueves, 27 de febrero de 2014

MÁS AFTER-SUN Y MENOS PROZAC



Al final va a resultar que soy una outsider de lo mío. A este paso, cualquier día, a la que maneja mis hilos le llega una carta de su querida Presidenta de la APB (Asociación de Periodistas de Belleza) rogándole que abandone el gremio. Pero tengo que decirlo. Aunque sólo sea para ayudar a los que también viven el invierno como su particular infierno.  
Lo confieso. Yo al after-sun cuando le saco el máximo rendimiento es en los meses más fríos, húmedos y tristones. Durante esta pasada primavera hice acopio de todos los aftersunes que pude. Y no para gastarlos precisamente a la vuelta de la piscina o la playa, que también-, sino para reconfortar mi alma en los meses más fríos practicando lo que yo llamo "terapia regresiva".
Y realmente ha funcionado. ¿Alguien me ha oído quejarme este invierno?, ¿he vagado por las calles como un alma torturada de esqueleto encogido y tiritón?, ¿he perdido la sonrisa?, ¿he dicho que no a algún plan alegando razones climáticas?... ¿a qué no? 
Puede que tenga algo que ver que esta temporada los únicos dictados de la moda que he seguido han sido los de Juego de Tronos -el linaje Stark en general y Juan Nieve en particular-, y que he llegado a suponer hasta tres chaquetones/chalecos de pelo-piel (de mentira por supuesto) sin perder demasiado la dignidad... 
Pero también -y lo tengo clarísimo- ha sido cuestión de sustituir la hidratante corporal habitual por un after-sun.
¿Acaso hay un olor que nos remita de manera más inmediata e ipsofáctica a las sensaciones propias y felices del periodo estival? pues eso... 
Al principio se hace un poco raro lo de extenderlo sobre una piel blanquecina y calzarse después unos leotardos, pero esos minutillos de evasión matinal merecen la pena. 
Empecé a mediados de noviembre. Había logrado reunir tres botes de la Leche Oligo-Thermal After-Sun de Biotherm. Es mi debilidad. No se me ocurre compartirla con las criaturitas y reconozco que tiendo a esconderla por si a alguien le da por pedírmela.
Que sí, que ya sé que ha sido formulada para calmar la sed de las pieles castigadas por el sol. Pero a mí me calma el corazón castigado por la falta de él. Además, tiene acción regeneradora, antioxidante y rehidratante, y eso nunca esta de más. 

Se me estaba terminando y empezaba a ponerme algo nerviosa cuando Lancaster presentó sus novedades solares... a punto estuve empezar con el Tan Maximizer -otro de mis productos de cabecera- pero a la vez que repara, prolonga el bronceado, pero por zen que me ponga, por el momento no tengo nada que prolongar. Lo he guardado. Y mientras lo ponía a buen recaudo encontré un bote sin empezar de la Loción After-Sun Hidratante de Nivea.
Mmmmmm, playa, playa, playa...

domingo, 16 de febrero de 2014

FALTAS, DELITOS Y PECADOS COSMÉTICOS


Igual es que vais por el mundo cometiendo beauty-infracciones sin daos cuenta y vuestro desconocimiento es la causa... pero por si acaso, y para que nadie vuelva a esgrimir esa excusa, os paso el listado de los errores más gordos, os explico el por qué y os "sugiero" la multa, la condena o la penitencia oportuna. 


Irse a la cama si desmaquillarse. 
FALTA. Pero a partir de dos días seguidos, y si no se compensa la desidia nocturna por la mañana, podría prescribir en delito. ¿A que te resulta incómodo dormir con la nariz tapada? pues es lo mismo a lo que estás condenando a tus células epidérmicas, asfixiadas y sin poder respirar bajo el peso de la polución o los pigmentos del maquillaje, las pobres. Luego, te quejarás si te levantas con mala cara... La limpieza es la base de la belleza y si lo que te echa para atrás es lo de tener que mojar/manchar la raíz del pelo es que aún no conoces las aguas micelares. 
MULTA: Tendrás que compensar con un peeling. Es una buena ocasión para descubrir el Age Lab Renewal & Anti-Aging Home Peeling System de Sensilis (un programa intensivo de tres semanas de duración que merece post independiente). Y de ahora en adelante, prueba con el desmaquillante de las vagas. El  Agua Micelar Todo en 1 de Garnier es capaz de enganchar a las más dejadas porque desmaquilla, limpia y tonifica en un sólo gesto con el disco de algodón.

Tomar el sol sin protección. 
PECADO. Casi mortal. Un atentado en toda regla contra la Sanidad Pública. 
PENITENCIA: Tienes prohibido bajar del FP 50 durante todo el año. Elige entre salir siempre a la calle bajo la protección del Sheer Mineral UV Defense de Skin Ceuticals o ponerte Anthelios KA SPF 100 (sí, 100, no exagero) de La Roche-Posay. Para este verano, yo ya me he pedido la nueva línea de Lancaster Dare to Dan, protege como la que más, intensifica el bronceado y combate las arrugas y la flacidez con una carga extra de ácido hialurónico. 

La impaciencia capilar.
FALTA. En el envase de la mascarilla capilar pone claramente que tienes que dejarla actuar durante 5 minutos. Pero tú, como eres una superwoman y tienes siempre mucha prisa, te la dejas durante un suspiro, malaclaras y sales de la duchaNo te sorprendas si no cumple con lo que promete. Cada pelo necesita estar en contacto con ella el tiempo que recomiendan los químicos y biólogos expertos de cada firma para poder actuar. Aclarar antes es como no utilizarla. 
MULTA. Comprarás el 3 Minute Miracle Frizz Remedy de Aussie. Yo, cuando dudo si hacerme la queratina o no... es definitivo.

Acostarse con la máscara de pestañas puesta. 
DELITO. Grave. Se pueden partir. Se partirán, y te quedarás con la mitad. Y eso, por no hablar de la de infecciones y molestias oculares que puede provocar. 
CONDENA. No sólo te las desmaquillarás con un producto específico como las toallitas Oil Free Make Up Remover de M2 Lashes, sino que utilizarás el Liftactiv Serum 10 Yeux & Cils de Vichy, el primer serum del mundo que sirve para mimar contorno de ojos y las pestañas al mismo tiempo.

Compartir crema con las amigas. 
DELITO. Salvo que sea en la playa o en la piscina y porque te hayas quedado sin protección. Cada piel es única e instrasnferible y la cosmética no se ha molestado tanto en avanzar y crear formulaciones a medida, basadas incluso en nuestro propio examen de ADN, para que te pongas a compartir el suero anti-edad con nadie. 
CONDENA. Cosmética genómica. Ya existe. La línea One.gen es una de las pioneras y, se basa en un exhaustivo análisis de tus genes antes de diseñar tu receta. www.onegen01.com. 

Pasar la plancha sobre el pelo mojado. 
PECADO. De lo peor. Como echar agua hirviendo en la piel. Cuando el cabello está mojado está poroso y abierto y aplicar calor en esas condiciones es "muerte capilar" a corto plazo. 
PENITENCIA. Ya lo sabes. Pero si lo tuyo es vicio, y no hay propósito de enmienda, sólo hay una solución. La plancha Satin-Hair SensoCare de Braun. Tiene un sensor que provoca el apagado automático si el cabello no está perfectamente seco. 

Morderte las uñas. 
FALTA. A nivel estético es un delito, pero como soy ex-mordedora... lo dejo en falta leve. 
MULTA. Te las pintarás con uno de esos preparados revulsivos y en cuanto dejen de ser muñones -cuatro días, hora arriba, hora abajo-, te regalarás una manicura de ensueño esmaltándolas con el color de tus sueños. 



lunes, 10 de febrero de 2014

EL BUSTO-MOVIL Y EL MILAGRO DE QUE YO CONDUZCA


Me dicen a los 25 que voy a conducir y tener coche y todo, y me muero de risa. Me apunté a la auto-escuela por aquello de certificar públicamente mi inutilidad motora y dejar de recibir presiones familiares, y resulta que un examinador cabrito fue y me aprobó.

Y a la tercera. Que era justo la última vez me presentaba -por orgullo y límites económicos- y sólo para poder decir aquello de "por mí, que no quede, pero no está de Dios"...
Pero cuando vi la cara de Hipólito -mi profe-, ese amago de abrazo y escuché el "¡campeona!" se me vino el mundo encima. 
Miedo, terror, vergüenza...
Barajé la posibilidad de no contarlo en casa. Pero hubiera sido una mentira de las gordas-feas, así que apechugué con las consecuencias. 
En el primer trayecto sola con criaturitas, los dos vomitaron a la vez antes de llegar al semáforo de la Castellana. La primera arrancona en cuesta se saldó con un golpe contra el coche de atrás. En el primer puerto de montaña, camino de Sacedón, me quedé con la palanca de cambios en la mano -la arranqué de puro nervio, que pasar de 5º a 4º se me resistía..-, sólo conseguí aparcar una vez en línea y porque era un descampado...
Cada vez que cogía el coche, aunque fuera para recorrer 200 metros, o simplemente pasar la aspiradora por los asientos de atrás y despegar chicles, me bajaba empapada en sudor y con tembleque de piernas.




Y cuando ya estaba a punto de tirar la toalla... me fijé en lo fácil que parecía conducir en las pelis americanas y recordé una escena de Sex in the City en el que Carrie no era capaz de hacerse a un coche de marchas... 
¡Se hizo la luz! si no tuviera que preocuparme por cosas como la palanca, lo de conducir iba a estar chupado.
Y fue por eso que este pequeñín, mi C3, el busto-móvil, entró en nuestras vidas. Automático él, y tan mono, que hasta prometimos no fumar nunca dentro y esas cosas...
Digo "nuestras" vidas, porque el busto-móvil lo compartimos mi hermana -y a la vez ilustradora Anac- y yo. Ella tiene la preferencia entre semana y yo el finde, por aquello de desfogar criaturitas en las afueras o por los campos. 
Como somos casi vecinas -por un portal de diferencia- no hay problema... ella se encarga de que siempre haya gasolina -yo no sé si sabría ponerla, que me da mucho respeto- y de pagarla, y yo de todo lo demás.
Perfecto todo ¿verdad? ya no me da miedo casi nada -salvo algunos parkings- y la noche que tuve que volver desde Robledo de Chavela en medio de un banco de niebla histórico, agua nieve y hasta un tifón fue el "master car" que me quitó la tontería de encima de un plumazo. 
Ya, hasta soy capaz de girarme sin soltar el volante y pegar collejas, ni me inmuto cuando aparco -aunque salgan todos los del hogar del jubilado a asesorarme amablemente-, y... tachán... ¡tengo hasta una multa por exceso de velocidad! la pagué con un gusto...

¿Y a qué iba yo con toda esta introducción? Ah sí, si sólo quería decir que el mejor sitio del mundo para guardar las pinzas de depilar es el el huequito ese de encima de la radio, y que el mejor momento para eliminar pelos inoportunos es un semáforo en rojo un día de sol o de resol. Se ven hasta los que están por salir. 
La idea original es de Anac, pero yo las voy cambiando según salen nuevos modelos. 
Ahora, viajan con nosotras las Mini Slant Lavanda de Tweezerman, de puntas acabadas a mano. Los que piensan que todas las pinzas de depilar son iguales están muy equivocados. Éstas tienen una grado de separación entre cada hoja de 25º exactos y además, la unión entre ellas tiene el grado de tensión perfecto, con tres puntos de soldadura que atrapan perfectamente el pelo. El borde, biselado, está perfectamente alineado y se atreve hasta con el vello más fino y débil.

Pero no me limito a llevar unas pinzas, que para eso soy una beauty editor. 
En casa del herrero, puede que cuchillo de palo, pero lo que es en el coche... no y no.
No tengo ni idea de dónde está el triangulito de emergencias o el chaleco fosforito, pero es abrir la guantera y eso parece el tocador de la señorita Pepis.
Toallitas desmaquillantes -que igual un día se me queda el móvil sin batería y tengo que cambiar una rueda-; una crema de manos; una BB Cream por si acaso -yo me entiendo-; una lima de uñas -hay atascos que dan mucho juego- y soy fan absoluta de las de Beter; un lápiz de labios; y como herencia del otro coche -el de las marchas-, llevo el Puressentiel S.O.S. Viajes, un roller de 7 aceites esenciales que actúan sobre el sistema nervioso y digestivo. 
Ah, y se me olvidaba... unas zapatillas de esparto para cuando cojo el coche con tacones de más de 11 centímetros. 
Lista no seré mucho, pero práctica...


lunes, 3 de febrero de 2014

LOBEZNO, DE ADAMANTIUM. YO, DE COLÁGENO


A mí es que el colágeno me gusta mucho, pero mucho, mucho. Tanto, que me lo bebo, me lo extiendo, me lo trago con ayuda de un gran vaso de agua, me lo inyecto, y hasta me lo induzco para que se regenere por sí solo. 

¿Y por qué me ha dado precisamente por ese activo y no por otro? muy sencillo. Un día llegué a ese trágico momento en el que toda chica que haya cumplido los 35 tiene que elegir entre cara o culo, y no lo dudé: ¡culo! Ya me encargaría yo después de la cara, que medios, no me iban a faltar. 

Porque las hay que se arrugan, y las hay, que como yo, se descuelgan. Y cuando la piel pierde firmeza y se rinde a la flacidez... nada como poner al colágeno a dar el 200%. Pero claro, a partir de los 30 -día arriba, día abajo- nuestro organismo ralentiza su producción, y a no ser que hayamos invertido en cuidados desde entonces, la piel nos pasa factura en forma de flacidez. Es que no hay nada más rencoroso que una piel maltratada o que se haya sentido abandonada. En esos casos es muy muy dificil recuperar la firmeza, el óvalo como tal y la densidad cutánea. 

Y años me pasé privilegiando cualquier cosmético que llevara la palabra "firming" en el envase... pero al parecer, no fue suficiente. Tenía que convencerme de que el colágeno es el atajo más rápido y una buena medida a largo y medio plazo para reposicionar mis volúmenes. 
Yo ahora el colágeno "me lo meto" por cinco vías. Y estos últimos tres meses ha sido el único prota de mi rutina, tanto estética como cosmética. Quería comprobar en mis propias células si era para tanto.

Vía tópica. El Serum de Colágeno de Matriskin es lo primero que se bebe mi piel por la mañana. Soy fan de esta firma de cosmecéutica desde que se introdujo en España con unas concentraciones de activos tan altas que dejaban a sus productos a medio camino entre la cosmética y el medicamento cutáneo. En el caso de este tratamiento, el colágeno marino y un complejo que une ácido hialurónico y omega 3 se encargan de estimular la función de las células encargadas de acelerar

En pastillas. También son de Matriskin y se llaman Nutrihyal. Un cóctel milagroso a base de colágeno marino y ácido hialurónico que me tomo, a razón de dos píldoras, diarias antes de la cena. Con ello, me aseguro una dosis de 500 mg de colágeno diarios. 

A tragos. Collagen 360º Elixir de Mesoestetic.  Comencé la "Operación C" añadiendo este preparado al desayuno. Como tratamiento de choque. Cada tres meses, voy a repetir el ciclo. Cada frasco, contiene nada menos que 10 g. de colágeno hidrolizado de acción regenerante y reafirmante.

Cosido. Y a puntito estaba ya de sucumbir a los rellenos, el lifting y hasta a un implante de pómulos en toda regla cuando llegaron a mi vida -y sin avisar, ni yo planearlo- los hilos mágicos. Esos que están ahora tan de moda y que están elaborados con polidioxanona, un material tan seguro que los cirujanos cardiovasculares lo emplean para hacer las costuras en los órganos internos. 
Olvidad las suturas aquellas que se anclaban o de los hilos de oro. No tiene nada que ver. Estos son reabsorbibles y los resultados son progresivos y naturales. 
Fue mi querida "doctora de cabecera", Purificación Espallargas -la única, junto con la enfermera de la Seguridad Social, a la que permito acercarse a mí armada con agujas-, la que me los inyectó.
Muchos. No sé cuantos. Yo ya pensaba que se iban a enredar y que iba a terminar con más hilos que venas, pero es ahora, tres meses después, cuando se llega al techo de resultado, cuando sí aprecio una notable firmeza y noto como si mis tejidos estuvieran firmemente sujetos a "algo".

Inducido. También. He sido una de las privilegiadas que ya ha podido probar el nuevo cabezal intensivo de Thermage CPT. Un aparato de Radiofrecuencia de nueva generación que reduce a sesión única lo que los convencionales hacen en ocho. Tuve la suerte también de probarlo en el centro de belleza de Maribel Yébenes, experta en estética donde las haya. Me dijeron que la formación de nuevo colágeno comenzaba al cabo de un mes y que llegaba a su punto álgido a los seis meses. 

Tres meses después, puedo decir que los resultados se aprecian incluso a cuatro metros de mí. Habrá sido la combinación de vías, pero he pasado con creces la prueba del algodón. Me explico, mi madre se cree que he cogido un par de kilitos y me dice que estoy más mona, y yo tan contenta desde mis 53 kilos raspaditos y con la misma talla. Cuando dije que elegía culo...